(sanignaciomundo.blogspot.com).- La madrugada del 24 de febrero deslumbrantes rayos y poderosos truenos sacudieron, por repetidas oportunidades, la provincia de San Ignacio, seguida de una torrencial lluvia, causando pánico en las familias que en algunos casos salieron a la calle previniendo alguna desgracia.
A partir de las 2:30 de la mañana de ese día, se pronunciaron éstos fenómenos climatológicos que, de acuerdo a la población, nunca se habían producido con esta fuerza.
Niños y mujeres lloraban suponiendo que algo malo se avecinaba. La mayoría de la población se preparaba para afrontar cualquier desgracia, que felizmente no se presentó.
La energía eléctrica se cortó, de tal forma que el pánico se hizo colectivo y, aunque gran parte de la población permaneció en sus casas, expresaron el terror que sufrieron y que aún no han superado el miedo ante otra repetición de estas extrañas expresiones de la naturaleza.